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Serie Microuniversos
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MICROUNIVERSOS obra de Mildred Gallo
Libardo Diaz Cabrera
Un Hilo conductor atraviesa hasta ahora la obra de Mildred Gallo MejÃa desde sus trabajos creados en el primer lustro de los años dos mil de manera simultánea con el avance de sus estudios artÃsticos universitarios. Esas primeras obras fueron auténticas expresiones de arte efÃmero, que ella creaba prácticamente horas antes de la exposición, utilizando arenas pigmentadas y polvillos de colores que usaba para componer sobre el piso del lugar escogido para exhibirla.
La estructura de estas tempraneras obras la basó en el cÃrculo y su inscripción en la cuadratura, en composiciones que se asimilaron a los crÃpticos mandalas de los sistemas de sabidurÃa y espiritualidad de Asia. En sus instalaciones ella estableció con estos sÃmbolos espirituales orientales una relación de identidad que iba más allá de los asuntos formales, pues asà como el mandala es también una croquis del universo en el que monjes meditabundos pasan semanas formándolo y cuando lo han concluido, con sus capas y túnicas crean fuertes corrientes de aire a modo de microtormentas para arremolinar los finos granos de arena en un proceso de destrucción de la sagrada forma, significando con este acto la esencia efÃmera de lo existente, el fugaz paso de los instantes; asà también la obra de Mildred Gallo también desaparecerá. En ocasiones quedan residuos reutilizables, las miniaturas pintadas en lienzos con las que forma núcleos circundados por la arena.
Es asà como ella logra expresar en esas obras, variables especÃficas de las artes plásticas de manera simultánea: el tiempo y el espacio, el transcurso y la permanencia.
De los atributos de esas obras ya existentes, sus pinturas de la colección microuniversos conservan completamente los aspectos formales compositivos, el cÃrculo inscrito en la cuadratura e incluso en sus texturas, los diminutos granos de arena. Su soporte es ahora el plano tradicional de la tela y el bastidor y la circularidad da paso a la esfericidad.
En estas pinturas ha sumido con audacia indagaciones cromáticas en la gama de la luminisencias, lo cual ha instalado en el ámbito de las experimentaciones porque muy pronto comprobó que la clásica teorÃa del color no era adecuada para guiarse en la creación de estas obras. Debió construir paso a paso su propia teorÃa, su código espectral particular para mezclar y componer. Un valor intenso de su trabajo contemporáneo reside precisamente en esta investigación cromática, que recuerda los hallazgos modales Pop Art en su vertiente de la psicodelia, ya que artistas de ese momento aprovecharon las nuevas creaciones de la industria de lacas, con aportes de Joseph Switzer en los años 4º de la centuria pasada quien creó pigmentos para fosforescencias que empezaron a aplicar inicialmente con gran fuerza en la publicidad, el diseño gráfico y en la iluminación comercial con Neón. Con el paso de los años se descubrió el elevado grado de contaminación que le generan al ser humano y hoy dÃa se usan cada vez menos, por no decir, que prácticamente ya no se utilizan y las luminiscencias, gracias a las investigaciones industriales de los hermanos Garriga en España, se hacen con una emulsión acrÃlica que no genera radiaciones contaminantes, precisamente del tipo de las que usa Mildred Gallo en su obra actual.
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Este aspecto histórico de la aparición de pigmentos, lacas y pinturas es importante mencionarlo porque es resultado del acelerado proceso de urbanización de las sociedades humanas, y de manera simultánea se fueron introduciendo nuevas vibraciones cromáticas artificiales que suscitaron otros estÃmulos estéticos diferentes a los que surgieron de una vida mas ligada a ambientes rurales y de fuerte influencia de entornos naturales menos invertidos por las relaciones interhumanas. De tal modo que por esta ruta Mildred Gallo aborda el medio ambiente de la ciudad, por su cromatismo luminiscente, mas no el argumento formal que se expresa en los elementos propios de lo que llamamos la fuerza natural de los vegetales, de los animales, especialmente de los lepidópteros, que le sirven de fuente originaria porque en sus tendinosas alas encuentra formas que de manera rigurosa observa y en las que descubre microuniversos que luego representa pintándolos en amplias dimensiones: es lo que vemos en sus obras, figuras que no siempre nos permiten reconocer su origen y en consecuencia nos abren a un abanico de percepciones de múltiples significaciones.
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Es este otro atributo de estas pinturas, polisémicas. Nos sugieren formas Ãgneas de núcleos planetarios; cigotos evolutivos y fosilizados; marinos ritmos de cósmicas mareas, estelares explosiones; cristalizadas alas como planos escamados. Incandescencias permanentes para las que nosotros, sus observadores, tenemos las retinas preparadas gracias a los resplandores de la vida cita dina y de las cada vez más altas vibraciones de los fotones que nos están llegando del sol.
Ha creado Mildred Gallo MejÃa en estas pinturas un abierto conjunto de microuniversos significantes que operan como Núcleos atractores que nos acercan de manera sugestiva a cada uno de ellos.
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