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La obra de Mildred Gallo nos permite a través de la recurrencia del círculo en la composición  un acercamiento a su mundo personal, mediante el uso de alusiones orgánicas  fitomórficas y reminiscencias objetuales de lugares y personas ya desaparecidas.  Para ello utiliza materiales efímeros rescatados de espacios que ya vivieron sus ciclos vitales y dejando percibir la necesidad de revivirlos a través de un imaginario personal e íntimo, que así mismo reivindique la presencia del ser humano y la permanencia de los cuatro elementos, en el microcosmos de la ciudad contemporánea.

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Tal como lo formularon las culturas más antiguas de oriente y occidente, el círculo aparece en sus instalaciones como una formulación cósmica y alude a un espacio tiempo cerrado que se repite, y compromete una contemplación renovadora desde la creación artística, exigiendo asi mismo al espectador una reflexión acerca de las representaciones cronograficas del montaje, confrontadas a las experiencias y percepciones del espacio donde se originaron las imágenes de la artista.

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BEATRIZ AMELIA MEJIA DE MILLAN.